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Economistas y Coaching Financiero

¿Cómo podemos los economistas aplicar nuestros conocimientos en las finanzas personales? ¿Cómo acercarnos al común denominador de la gente que no tiene conocimientos económicos ni financieros? Cuando una persona se entera que uno es economista, lo primero que le pregunta es qué le conviene hacer para cuidar sus ahorros. Y uno entonces debe estar preparado para contestar en términos sencillos, con información actualizada, y conociendo hasta dónde la persona que pregunta entenderá y podrá aplicar lo que uno le conteste. No es tarea fácil, porque en primer lugar hay que saber qué palabras elegir para hacerse entender de manera didáctica, en segundo lugar uno debería contestar si ahorrar en plazos fijos, dólares o inmuebles, de acuerdo a estudios propios y no en base a lo que lee sólo en los diarios, para que esta persona se vaya contenta y segura y se le haya dado una verdadera ayuda. Aunque parezca sorprendente, casi ningún economista puede cumplir esta tarea con eficiencia.
Sin embargo he descubierto con beneplácito en el coaching financiero un canal para acercarnos a la gente. Un medio mucho menos científico y mucho más artístico, pero definitivamente mucho más útil para un país cuya educación financiera es paupérrima, en donde prima una propensión marginal de consumo altísima en comparación con países desarrollados. La gente necesita que se le explique por qué el ahorro es una conducta que lleva hacia el orden financiero, por qué el plazo fijo muchas veces no conviene, por qué muchas veces es preferible alquilar una casa antes que tomar un préstamo y comprarla, entre otras cuestiones.
Incluso a muchos economistas nos ha pasado: ¿usted no se sorprendió al leer un libro de Kiyosaki, cayendo en la cuenta de que había cosas que no sabía...?
Mi especialización actual se enfoca en el coaching financiero (pueden consultar www.seniorsconsultora.blogspot.com), como una forma deliberada de compartir lo que entiendo de la economía con la gente común (de ciencia económica hablando). Pero lo relevante es que quien más aprende soy yo, porque ésas personas son las que hacen a la economía que tanto nos gusta modelizar. En las sesiones de coaching puedo identificar ese sentimiento de pánico que inunda los mercados financieros, porque las personas me cuentan qué sienten y qué hacen al respecto. También puedo identificar exactamente el sentimiento que mueve a las masas de consumidores, a los búhos que adoran las tarjetas de crédito, a los maratonistas que corren a tomar los bajos precios.
Al polvo volveremos...